Pues yo no encuentro nada de raro en que un problema se haga cada vez más grave, hasta convertirse en un "elephant in the room". Usando tu propio ejemplo, si el caballero contrató el primer préstamo de su vida para comprar el auto de lujo con el que soñó desde chico, esto no es para nada un gran problema. Pero resulta que luego contrató un segundo préstamo para comprarse una casa acorde con su auto. Y luego un tercero para alhajar adecuadamente la casa. Y luego un cuarto para tomarse una vacaciones de dos meses en lugares exóticos, más de acuerdo con su nuevo entorno que ir al mismo balneario de siempre. Y aquí si que ya estamos llegando a un problema mayor, aunque tal vez aún manejable. Pero lo que realmente empezó a llevarlo a la quiebra fue que, cuando copó su capacidad de crédito en las instituciones financieras formales, empezó a recurrir a prestamistas/usureros para conseguir dinero para pagar sus deudas. Para después...
¿Necesito seguir? ¿Contando cómo su hija, al ver cómo se deterioraba la situación económica de la familia, empezó a los 14 años a tratar desesperadamente de cazar un marido con fortuna para poder así irse de su hogar, hasta que quedó embarazada y finalmente consiguió a ese magnate setentón que accedió a casarse con ella a pesar de su embarazo? ¿O cómo su esposa, que empezó tomando una copa de whisky en la noche para adormecer su inquietud por la magnitud de las deudas después de la compra de la casa y así poder dormir, y que fue gradualmente aumentando su consumo de alcohol a medida que las deudas crecían?
Entonces pregunto: ¿a partir de qué momento la situación se puede llamar un "elephant in the room"? ¿No fue acaso un problema al principio muy menor, pero que fue creciendo hasta convertirse en uno?
En cuanto al traje del emperador, yo lo conocí a través del cuento de Andersen; del cuento del Conde Lucanor ni siquiera había oído hablar hasta ahora (perdón por mi ignorancia, amigos españoles). Y me figuro que lo mismo le ocurre a la inmensa mayoría de los que saben de qué estamos hablando los viejos cuando nos referimos al mentado traje. De modo que no tiene nada de pecaminoso referirse al conocidísimo cuento de Andersen, sobre todo porque siempre existe la posibilidad que el para mí desconocido cuento del Conde Lucanor haya tomado a su vez la idea de otro relato anterior. No me parece razonable que, para hacer una referencia a un relato muy conocido y popular, se exija a quien desea hacer la referencia realizar previamente un análisis bibliográfico exhaustivo a fin de determinar quién fue el autor de la idea original.
Pero no armemos una guerra por lo que es apenas una legítima escaramuza entre amigos. Lo importante es que no hay (o al menos ninguno de los que han participado en esta discusión durante casi cuatro años conoce) expresión alguna equivalente que sea de uso común. Y si no la hay, mi tímida sugerencia inicial del "esqueleto en el clóset/armario", como algo mayor que se ignora manteniéndolo fuera de la vista, tal vez pueda ayudarnos a inventar una.