@Míster Draken, no estoy entendiendo cuál sería el problema: el español está plagado de construcciones que significan lo mismo (Ya lleva cinco años viviendo en París. Hace cinco años que...), y muchas de ellas se extendieron a partir de algún error o distorsión. No es mi intención polemizar realmente, por favor, no te chamusques; pero así nacieron las lenguas romance, en los confines de las tierras conquistadas por el Imperio romano, y por su contacto con las tribus o pueblos de esos territorios se distanciaron del latín y entre sí.
Acá, que yo sepa, todos decimos cocina a gas, un galicismo por cocina de gas. U olla a presión. Hacemos buen uso de otros calcos como sustantivo + a + infinitivo: temas a tratar, problemas a resolver, etc. Estructuras todas ellas cuyo empleo en español comenzó a propagarse en el segundo tercio del siglo xix, y hoy están consolidadas, en el ámbito de la economía, "expresiones como cantidad a ingresar, cantidad a deducir,..." (DPD), por no hablar de temas a tratar, ejemplo a seguir, etc. E hilando más finito, en uno y otro lado del charco, tenemos copulativas de que galicado: ¿Cómo fue que ocurrió?; Fue en este lugar que lo encontraron. Si bien ese que podría alternar con el relativo cuando en pares como Fue entonces {que ~ cuando} ocurrió. Luego, en España también dicen concienciar y en América concientizar; acá sismo, allá seísmo. Allá ir a por + sustantivo; acá ir por. Y miles. Todas tienen su explicación "etimológica" o razón de ser. Será que a mí todos estos cambios, fluctuaciones, diferencias y vacilaciones me parecen maravillosos.