Hacer su agosto Dícese del que hace negocio, se lucra, aprovechandose de la ocasión o mediante trucos y engaños.
Esta frase aparece recogida en la primera edición del Diccionario de la Real Academia Española de 1726 con el sentido de «lograr alguna ocasión de utilidad considerable». Cervantes ya la mencionó en La gitanilla cuando escribió: «Y así granizaron sobre ella cuartos, que la vieja no podía cogerlos. Hecho, pues, su agosto, repicó Preciosa sus sonajas, y al tono corriente cantó este Romance».
El origen de esta frase alude a la recolección de cereales y semillas en verano, tarea que permitía al jornalero eventual reunir suficiente dinero para pasar el invierno.
Ref. Del hecho al dicho, de Gregorio Doval
También de la página web de Fundéu.