No hay quinto malo es una expresión que nace en el mundo taurino. Durante una corrida generalmente se lidian seis toros; y se podría suponer que el último sería el más prometedor. El caso es que, antiguamente, debido a que las plazas estaban alejadas de las ciudades y el regreso se hacía difícil, los espectadores se marchaban antes de que terminara todo el espectáculo, motivo por el cual los ganaderos colocaban el mejor toro en el quinto lugar, y era de éste que todo el público presenciaba su lidia completa.
Bien, ese es el origen de este dicho. Su equivalente en inglés no lo conozco. Se utiliza para referirse a lo buenas o especiales que pueden ser las cosas que ocurren u ocupan un quinto lugar, o que simplemente están relacionadas con el número cinco.
Saludos,
Tesalia