Creo que estás equivocado y me alegra poder decírtelo. El
panchito o
panchita de bien no provoca en España odio de ningún tipo, salvo en personas xenófobas por naturaleza a quienes lo mismo les da un sudamericano, que un extremeño, un vasco o el vecino del pueblo de al lado.
Ignoro cuál es el origen real del apelativo "panchito", pero mi impresión es esta: creo que pudo surgir en las consultas médicas de asistencia primaria o de urgencia de la sanidad pública. Cuando la llegada a España de personas procedentes de Sudamérica se hizo masiva, acudían con frecuencia al médico por dolores de barriga (quizá provocados por el cambio de aguas o de alimentación), pero decían que les dolía "la pansita", a todos les dolía "la pansita", dicho con un acento que sonaba muy dulce.
Quien haya frecuentado los ambientes médicos u hospitalarios sabrá que en la jerga del personal se utiliza muchas veces, para identificar a los enfermos, el nombre del órgano supuestamente dañado:
Ahí tenemos una rodilla; Tienes que ver ese hombro; Échale un vistazo al hígado de la tres, por citar algunos ejemplos. De la misma manera, entonces se encontraban (y siguen encontrándose) con muchas "pansitas". Y se quedaron con
pansitas, que derivó en
panchitas; pero solo podían ser
panchitas ellas, así que a ellos se les adjudicó el correspondiente "panchitos" .
Sin ir muy lejos, para un vizcaíno yo soy una
guipuchi; qué le voy a hacer.
Y yo una franchute