Hola,
Espero que tras mi ampliación de mi primera respuesta (que fue apresurada, es cierto), nadie crea que entonces ignoraba o estaba ocultando a la consultante las restricciones que operan sobre el uso de expresiones como la que nos ocupa. De hecho la advertía sobre una parte de ellas, y en la versión ampliada de mi respuesta la advierto con más detalle acerca de las condiciones de uso de la otra interpretación, quizá más ajustada al contexto citado en la consulta.
Insinuaba desde el principio, y en la versión ampliada he dicho claramente, que
a mí oir decir algo así en una conversación relajada entre amigos no me resultaría de mal gusto, sino 'gráfico', 'desenfadado', 'sin prejuicios',... lo contrario de 'propio', 'políticamente correcto' (> ...predecible, y aburrido). Me sugeriría que el/la hablante tiene personalidad y seguridad en sí mismo/a, y, precisamente por eso, no me encajaría con una persona poco educada de las muchas que, sin embargo, se atrincheran tras el único libro que tienen o consultan alguna vez, el Diccionario de la RAE u otras 'autoridades' parecidas. Yo interpretaría más bien que quien dice algo así 'está de vuelta' de esa idea de muchos hablantes poco cultos según la cual el DRAE es la Biblia, y se atienen perrunamente a él para asegurarse de que en sus intercambios sociales nunca dejarán ver cuán escasa es realmente su cultura. Creo también que si yo hiciera la prueba y, teniendo hijos 'heredados' pero no propios, dijera "Ya sabéis que a mí los hijos me vienen con pelos en los huevos" en una reunión entre mis amigos, reaccionarían igual que yo, más bien positivamente por mi ingenio y falta de complejos, que negativamente. De ahí mi afirmación de que no me parece que, en España al menos, hoy en día nadie estigmatice a nadie por decir una cosa así en una situación como la descrita.
Eso es todo. Yo nunca he pretendido decir que cosas así se puedan decir
a cualquiera y en cualquier lugar, y menos aún un extranjero que difícilmente podría mantener ese mismo estilo coloquial de modo consistente. Y, además, en este caso hablamos de intuiciones y gustos, no de cosas demostrables, y yo no pretendo convertir mis intuiciones en norma para nadie. Por si mi condición de catedrático de lingüística (que inocentemente incluí en mi perfil) actuaba en algún grado como refrendo involuntario de opiniones o afirmaciones que normalmente puedo justificar con argumentos, aunque en este caso no, ya he quitado ese dato de mi perfil y espero que los pocos que hayan podido verlo no se lo cuenten a nadie y lo olviden.
Disculpas a quien haya podido escandalizarse y saludos a todos.