Estar de rodríguez
Expresión con la que se define modernamente la situación en que un hombre casado se queda solo en su lugar de residencia por ausencia de su mujer, y preferentemente si esto ocurre durante las vacaciones estivales. A veces se da a entender con esta expresión que el hombre reanuda por un tiempo su vida de soltero, con todo lo que ello puede implicar, aprovechando que vuelve a ser un rodríguez, es decir, uno más, o bien un personaje anónimo del montón, y tal vez, por ello, impune. No obstante, aunque el personaje sigue de alguna manera vigente, el apelativo está francamente desprestigiado, al igual que ocurre con su imagen complementaria del “ligón de playa”.
Doval, Gregorio. Del dicho al hecho. Un documentado y apasionante análisis del origen y el sentido de frases hechas, dichos, modismos, locuciones, frases célebres y expresiones proverbiales de la lengua castellana. Madrid: Alba Libros, 2010.