Parece que antes había las dos eses, sorda y sonora, y además dos zetas más, sorda y onora. Cuatro sonidos: ss, s, th y "ç" ¿Es así?
¿qué sonido es el que indicas como Ç?
Parece ser que en el siglo XV había tres pares de sonidos sibilantes: 1) c/ç y z,
2) s-/-ss-/-s y –s-; 3) x y j/g. Dejemos a un lado el último, que no pertenece al tema de este hilo.
El primer par eran africados dentoalveolares. Hay que explicar estos términos.
Se llaman africados porque, como la “ch” en español actual, consistían en una oclusión seguida rápidamente de un sonido fricativo (dos sonidos articulados en uno). La oclusión, en este caso, corresponde a un sonido dentoalveolar (el de la “t” o la “d”) y por eso se llaman así. La otra parte, el sonido fricativo, es el sonido producido por forzar el aire a través de un canal estrecho al acercar dos partes del aparato fonador (la “s”, la “j” y la “f” del español moderno son todas fricativas).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que ese sonido fricativo sibilante NO es apicoalveolar como el de las “s” de los españoles del norte actuales o el de las “s”, “z”, “ce” y “ci” de los colombianos. Era una “s” como la que se pronuncia en el resto del dominio lingüístico o en inglés o en francés: una “s” laminal.
La “s” apicoalveolar se pronuncia poniendo en contacto la punta de la lengua con los alvéolos o dirigiéndola hacia ellos. La “s” laminal se pronuncia con la lengua plana contra el paladar. La verdad es que la mayoría de los españoles no es muy consciente de esta diferencia, no sé si se aprecia en América.
En cualquier caso, el
primer par, los africados dentoalveolares eran: “c/ç”, que era sordo y “z”, que era sonoro. Esto quiere decir que el primero sonaba como “ts”. La actual palabra “caza”, se escribía “caça” y se pronunciaba “catsa”. El sonido del segundo no puede representarse con una grafía española actual, en el sistema IPA es el sonido /dz/, parecido al anterior pero sonorizado (es la “z” del inglés o del francés, por ejemplo). Así “decía” entonces se escribía “dezía” y se pronunciaba /dedzia/.
En cuanto al
segundo par, los fricativos apicoalveolares (ya ha quedado explicado qué significa ese nombre), teníamos la “s” sorda al principio de palabra o al final de sílaba y la doble “s” entre vocales, por un lado (“
si”, “e
scudo”, “campo
s”, “queda
sse”). Se pronunciaba tal y como se pronuncia hoy en el norte de España, dirigiendo la lengua hacia la punta de los alvéolos. Por otro lado, teníamos la “s” simple entre vocales, que era sonora y se pronunciaba de manera parecida a como se pronuncia la “z” en inglés o francés hoy en día, pero con la diferencia que se dirigía la punta de la lengua hacia los alvéolos.
Todos estos sonidos evolucionaron, y lo hicieron de forma distinta según el lugar. Sin embargo, todas las variantes del idioma (menos el ladino) hicieron un primer paso común: la desafricación del primer par, de manera que desapareció la oclusión dentoalveolar, dejando sólo un sonido fricativo, sordo en un caso y sonoro en el otro. Cada uno de ellos, sin embargo, todavía se distinguía de los equivalentes sordos y sonoros del segundo par por ser laminales y no apicoalveolares.
El segundo paso, en el norte y centro de España, fue perder la diferencia entre sordas y sonoras a favor de las sordas y el paso final fue alterar la pronunciación de los dos elementos restantes (en realidad tres, si tenemos en cuenta que “x” y “j/g” también jugaron un papel aquí) para enfatizar la diferencia demasiado sutil. Las que habían sido dentoalveolares se movieron hacia delante hacia el sonido interdental que tiene “z”, “ce” y “ci” hoy en día en el norte de España (que no es apical).
Con todo, en el sur, la evolución fue distinta. No acabo de entender el por qué, pero parece que en unas zonas fusionaron los cuatro sonidos en un sonido interdental apicoalveolar, parecido a la pronunciación de “z” en el norte de España y, por eso, esa pronunciación se ha venido en llamar “ceceo”. En otras zonas, como Sevilla y Huelva, la fusión se produjo en un sonido opuesto, una “s” laminal, que es la pronunciación que tuvo más impacto en América y que los españoles del norte llaman “seseo” porque la perciben como idéntica a su “s” apical, aunque no lo sea.
Esta información la he sacado de esta
página que está en inglés. Puede estar equivocada en algún aspecto y creo que hay cosas que no están bien explicadas o, por lo menos, a mí no me quedan claras, pero sirve para hacerse una idea, creo.
Es curioso que en Andalucía todos decidieran pasar a un solo fonema, pero que se eligiera uno u otro en distintos sitios.
Eso es lo que no me acaba de quedar del todo claro a mí. A ver si encuentro algo.